• 2 Reyes 2:18

    Cuando volvieron a él, que se había quedado en Jericó, les dijo: — ¿No les dije que no fueran?

  • 2 Reyes 2:19

    Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: — He aquí, el lugar de esta ciudad es bueno, como lo ve mi señor; pero las aguas son malas, y la tierra es estéril.

  • 2 Reyes 2:20

    Entonces él dijo: — Tráiganme una vasija nueva y pongan en ella sal. Se la trajeron.

  • 2 Reyes 2:21

    Y salió al manantial de las aguas, echó dentro la sal y dijo: — Así ha dicho el SEÑOR: “Yo saneo estas aguas, y no habrá en ellas más muerte ni esterilidad”.

  • 2 Reyes 2:22

    Y así fueron saneadas las aguas hasta el día de hoy, conforme a las palabras que Eliseo pronunció.

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