• 2 Reyes 4:27

    Cuando ella llegó al monte, al hombre de Dios, se asió de sus pies. Guejazi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios le dijo: — Déjala, porque su alma está en amargura. El SEÑOR me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.

  • 2 Reyes 4:28

    Ella dijo: — ¿Acaso pedí yo un hijo a mi señor? ¿No te dije que no me llenaras de falsas esperanzas?

  • 2 Reyes 4:29

    Entonces él dijo a Guejazi: — Ciñe tus lomos, toma mi bastón en tu mano y anda. Si encuentras a alguien, no lo saludes. Si alguien te saluda, no le respondas. Y pon mi bastón sobre la cara del niño.

  • 2 Reyes 4:30

    La madre del niño dijo: — ¡Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no me apartaré de ti!

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