• 2 Reyes 5:20

    Guejazi, criado de Eliseo, el hombre de Dios, pensó: “He aquí que mi señor ha eximido a este sirio Naamán y no ha tomado de su mano las cosas que él trajo. ¡Vive el SEÑOR, que ciertamente correré tras él y conseguiré de él alguna cosa!”.

  • 2 Reyes 5:21

    Guejazi siguió a Naamán; y cuando Naamán vio que venía corriendo tras él, se bajó del carro para recibirlo y le preguntó: — ¿Está todo bien?

  • 2 Reyes 5:22

    Y él respondió: — Sí, pero mi señor me envía a decir: “He aquí, en este momento han llegado a mí dos jóvenes de los hijos de los profetas, de la región montañosa de Efraín. Te ruego que des para ellos treinta y tres kilos de plata y dos vestidos nuevos”.

  • 2 Reyes 5:23

    Entonces Naamán dijo: — Dígnate aceptar sesenta y seis kilos. Él le insistió y ató en dos bolsas sesenta y seis kilos y dos vestidos nuevos. Y los entregó a dos de sus criados para que los llevaran delante de él.

  • 2 Reyes 5:24

    Cuando llegaron a la colina, él los tomó de sus manos y los guardó en casa. Luego despidió a los hombres y se fueron.

  • 2 Reyes 5:25

    Entonces él entró y se puso de pie delante de su señor. Y Eliseo le preguntó: — ¿De dónde vienes, Guejazi? Y él respondió: — Tu siervo no ha ido a ninguna parte.

  • 2 Reyes 5:26

    Entonces Eliseo le dijo: — ¿No estuvo allí mi corazón cuando el hombre volvió de su carro a tu encuentro? ¿Es esta la ocasión de aceptar dinero o de aceptar ropa, olivares, viñas, ovejas, vacas, siervos y siervas?

  • 2 Reyes 5:27

    Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes, para siempre. Entonces salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.

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