• Apocalipsis 16:12

    El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y sus aguas se secaron para que fuese preparado el camino de los reyes del Oriente.

  • Apocalipsis 16:13

    Vi salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, tres espíritus impuros semejantes a ranas.

  • Apocalipsis 16:14

    Pues son espíritus de demonios que hacen señales, los cuales salen a los reyes de todo el mundo habitado para congregarlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso.

  • Apocalipsis 16:15

    “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestidos para que no ande desnudo y vean su vergüenza”.

  • Apocalipsis 16:16

    Y los congregó en el lugar que se llama en hebreo Armagedón.

  • Apocalipsis 16:17

    El séptimo ángel derramó su copa por el aire. Y salió una gran voz del santuario desde el trono, que decía: “¡Está hecho!”.

  • Apocalipsis 16:18

    Entonces se produjeron relámpagos y estruendos y truenos, y hubo un gran terremoto. Tan fuerte fue ese gran terremoto como jamás había acontecido desde que el hombre existe sobre la tierra.

  • Apocalipsis 16:19

    La gran ciudad se dividió en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios, para darle a ella de la copa del vino del furor de su ira.

  • Apocalipsis 16:20

    Toda isla huyó, y las montañas no fueron halladas más.

  • Apocalipsis 16:21

    Y del cielo cayó sobre los hombres enorme granizo, como de treinta y cuatro kilos de peso. Y los hombres blasfemaron a Dios por la plaga del granizo, porque la plaga era grande en extremo.

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