Hizo además el rey un gran trono de marfil, y lo revistió del mejor oro.

Un gran trono de marfil. Parece haber sido hecho, no de marfil macizo, sino enchapado. Tenía la forma de un sillón con respaldo tallado. El ascenso a él era por seis escalones, en cada uno de los cuales había leones, en lugar de una barandilla; mientras que un león, probablemente de metal dorado, estaba de pie a cada lado, el cual, podemos suponer por la analogía de otros tronos orientales, sostenía un dosel ('Voyages' de Sir Thomas Roe, p. 456, donde da cuenta del trono del gran Mogul, que se asemeja al magnífico asiento de la majestad de Salomón, pero muy inferior: véase también Herodotus de Rawlinson, 2:, p. 178, nota, pág. 179). Se menciona un escabel de oro ( 2 Crónicas 11:18 ) adjunto a este trono, cuya magnificencia se describe como inigualable.

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