Y he aquí, tienes contigo a Simei hijo de Gera, un benjamita de Bahurim, el cual me maldijo con una gran maldición el día que fui a Mahanaim; pero él descendió a mi encuentro en el Jordán, y yo le juré por el SEÑOR, diciendo: No te mataré a espada.

Tienes contigo a Simei. Aunque David le prometió un perdón que, al ser impuesto por la presencia de mil seguidores, no pudo haber sido bien rechazado, advirtió a su hijo contra Simei como un personaje turbulento y peligroso.

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