En Gabaón el SEÑOR se apareció a Salomón en un sueño de noche, y dijo Dios: Pide lo que te daré.

En Gabaón, el Señor se le apareció a Salomón en un sueño. Probablemente fue al final de esta temporada, cuando su mente había sido elevada a un alto estado de fervor religioso por los servicios prolongados. Salomón sintió un deseo intenso, y había ofrecido una petición ferviente por el don de la sabiduría. Mientras dormía, sus pensamientos giraban sobre el tema de su oración, y soñaba que Dios se le aparecía y le daba la opción de todo en el mundo, que pedía sabiduría y que Dios le concedía su pedido. Su sueño no era más que una repetición imaginaria de su anterior deseo; pero la concesión de Dios fue real.

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