Y descenderás delante de mí a Gilgal, y he aquí que yo descenderé a ti para ofrecer holocaustos y sacrificios de paz; siete días estarás hasta que yo venga a ti y te muestre lo que has de hacer.

Descenderás delante de mí a Gilgal. Esto, según Josefo, iba a ser una regla permanente para la obediencia de Saúl mientras el profeta y él vivieran, que en cada gran crisis, como una incursión hostil en el país, él debía reparar a Gilgal, donde debía permanecer siete días, para dar tiempo a que las tribus de ambos lados del río Jordán se reunieran, y Samuel llegara a él.

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