Y vino Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; he cumplido el mandamiento de Jehová.

Saúl dijo... He cumplido el mandamiento del Señor. Saúl estaba cegado por un amor propio parcial y engañoso, o estaba, en su declaración a Samuel, actuando como un hipócrita audaz y astuto. Profesó haber cumplido el mandato divino, y que la culpa de cualquier defecto en la ejecución, especialmente en la reserva de los rebaños y manadas, recaía en el pueblo.

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