Y dijo David a Jonatán: He aquí, mañana es luna nueva, y yo no dejaré de sentarme a la mesa con el rey; pero déjame ir, para que me esconda en el campo hasta la tarde del tercer día.

Mañana es luna nueva. El comienzo de un nuevo mes o luna siempre se celebraba con sacrificios especiales, seguidos de banquetes, en los que el cabeza de familia esperaba que todos sus miembros estuvieran presentes. David, tanto como yerno del rey como cortesano distinguido, cenaba en tales ocasiones en la mesa real; y dado que era de conocimiento general que David había regresado a Gabaa, naturalmente se esperaría su presencia en el palacio.

Esta ocasión fue elegida por los dos amigos para probar el estado de ánimo del rey. Como pretexto adecuado para la ausencia de David, se dispuso que visitara a su familia en Belén, y así crear la oportunidad de determinar cómo sería vista su ausencia. Se fijó la hora y el lugar para que Jonatán informara a David; pero como las circunstancias podían hacer insegura otra entrevista, se consideró conveniente comunicar por una señal concertada.

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