Entonces Hanún tomó a los siervos de David, y les afeitó la mitad de la barba, y les cortó sus vestidos por la mitad, hasta las nalgas, y los despidió.

Hanun ... les afeitó la mitad de la barba. Por la larga vestimenta fluida de los hebreos y otros orientales, el recorte de sus vestimentas debió darles un aspecto de grosera indelicadeza y ridiculez. Además, el conocimiento del extraordinario respeto y valor que siempre se ha concedido a la barba en Oriente y el grave insulto que implica cualquier indignidad, explicará la vergüenza que sintieron los diputados y el decidido espíritu de venganza que estalló en todo Israel al enterarse del ultraje.

En la historia moderna de Persia se relatan dos casos de insultos similares por parte de reyes de temperamento altivo e imperioso, que involucraron a la nación en la guerra (véanse otros ejemplos en "Researches and Missionary Labours" de Joseph Wolff, p. 496; y en "Jordan and the Rhine" de Graham, p. 189); y por lo tanto, no debemos sorprendernos de que David jurara vengarse de esta afrenta gratuita y pública.

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