Y todos los hombres de Israel subieron en pos de David, y siguieron a Sabá hijo de Bicri; pero los hombres de Judá se unieron a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.

Desde el Jordán hasta Jerusalén. La disputa había estallado poco después del cruce del Jordán, entre Judá y las otras tribus que se retiraron, de modo que Judá quedó casi solo, para conducir al rey a la metrópoli. Así, sucedió que en un momento en el que había la mayor necesidad de armonía y unión, existía el peligro más inminente de un desmembramiento peor que el anterior, y del rechazo por parte de la mayor parte de Israel de un rey en cuyo favor Yahvé había dado recientemente un testimonio decisivo.

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