Y David habló a Jehová cuando vio al ángel que hería al pueblo, y dijo: He aquí, yo he pecado, y he hecho maldad; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? sea tu mano, te ruego, contra mí, y contra la casa de mi padre.

David dijo (o, había dicho) ... He pecado ... pero estas ovejas, ¿qué han hecho? La culpa de numerar al pueblo recaía exclusivamente en David. Pero tanto en el cuerpo político como en el natural, cuando la cabeza sufre, todos los miembros sufren con ella; y, además, aunque el pecado de David era su causa inmediata, el gran aumento de las ofensas nacionales en este momento había ( 2 Samuel 24:1 ) encendido la ira del Señor.

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