Y acontecerá que cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal.

Pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal х har ( H2022 ) Gªriziym ( H1630 )], monte de los gerizitas, una tribu de nómadas beduinos ( 1 Samuel 27:8 ) que tenía un asentamiento allí, ahora Jebel et-Tur. "Ebal" х har ( H2022 ) `Eeybaal ( H5858 )] - un nombre fundado en la apariencia desnuda y desolada de sus costados; de un verbo que significa despojar a un árbol de sus hojas (Gesenius).

Stanley, sin embargo, niega que esta derivación se apoye en el actual aspecto estéril de la montaña. El mismo escritor dice que el nombre por el que se le llama ahora es Imad-el-Deen (el pilar de la religión) ('Sinaí y Palestina', p. 233, nota). Estas dos montañas se encuentran, una al sur y la otra al norte del valle de Siquem. Jerónimo ("De Locis Hebraicis, voce Gerizim") sostenía que el verdadero emplazamiento de estos montes se encontraba en las cercanías de Jericó, frente al Arboth Moab, donde Moisés se dirigía al pueblo, afirmación a la que algunos creen que la mención de Gilgal da un aire de plausibilidad. Pero las palabras "que habitan en la campiña", que se traducen erróneamente por 'el Arabá', el valle del Jordán, se omiten en la Septuaginta; y la afirmación de que las montañas estaban junto a los terebintos de Moreh nos obliga a adherirnos a la opinión ordinaria en cuanto a su posición topográfica (Stanley, 'Sinaí y Palestina', p.235).

El Dr. Colenso piensa que es muy improbable que Moisés pudiera poseer un conocimiento tan exacto de la situación relativa o de la proximidad de estas colinas como para designar que el pueblo, distribuido en dos grandes divisiones, se situara en ambas para oír las bendiciones y las maldiciones pronunciadas. Pero puede ser suficiente decir aquí, en respuesta a esta objeción, que las caravanas comerciales de Galaad, que pasaban por Siquem en sus viajes a Egipto, realizaban un tráfico constante y, por consiguiente, la topografía de esa parte central de Canaán debía ser bien y generalmente conocida.

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