Y acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, Jehová tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra:

si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios. En este capítulo las bendiciones y maldiciones se enumeran extensamente, y en varios detalles minuciosos, de modo que en la primera entrada de los israelitas en la tierra prometida, todo su destino les fue presentado, como si fuera el resultado de su obediencia o de lo contrario.

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