Y esta tierra que poseímos entonces, desde Aroer, que está junto al río Arnón, y la mitad del monte de Galaad, y sus ciudades, la di a los rubenitas y a los gaditas.

Esta tierra, que poseíamos en ese momento. Todo el territorio ocupado por Sehón fue repartido entre las tribus pastoriles de Rubén y Gad. Se extendía desde la orilla norte del Arnón hasta la mitad sur del monte de Galaad, una pequeña cadena montañosa, ahora llamada Jelad, unas 6 o 7 millas al sur del Jaboc, y 8 millas de largo. La parte septentrional de Galaad, que se extendía hacia el norte hasta el Yarmuk, y las ricas tierras de pasto de Basán, una gran provincia que constaba, con la excepción de unos pocos lugares desolados y rocosos, de suelo fuerte y fértil, se asignó a la media tribu de Manasés.

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