Entonces el rey envió una respuesta a Rehum, el canciller, y a Simsai, el escriba, y al resto de sus compañeros que habitan en Samaria, y al resto del otro lado del río: Paz, y en tal tiempo.

Entonces envió el rey una respuesta. Era desfavorable a la reconstrucción de Jerusalén como ciudad fortificada. Este decreto hostil se da aquí de manera prolífica, y muestra claramente que el primer permiso de los reyes persas se limitaba a la restauración del templo.

 

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