Sea notorio al rey, que entramos en la provincia de Judea, a la casa del gran Dios, la cual está edificada con grandes piedras, y las paredes están tendidas de madera, y esta obra avanza y prospera en su manos.

La casa del gran Dios... edificada con grandes piedras х 'eben ( H69 ) gªlaal ( H1560 )] - 'piedras rodantes;' es decir, piedras de un tamaño tan extraordinario que no se podían cargar, había que rodarlas o arrastrarlas por el suelo. [La Septuaginta dice: lithois eklektois, piedras escogidas.] Cuando se hace mención del "gran Dios", la aplicación de tal epíteto implica un reconocimiento, al menos hasta cierto punto, de su verdadero carácter; y que aunque la variopinta masa de colonos ( Esdras 4:9), aunque todavía adhiriéndose a sus ídolos nativos, se vieron obligados a reconocer la supremacía del Dios a quien adoraban los judíos, mientras que, por motivos de celosa rivalidad, se esforzaron por impedir la reconstrucción de Su templo.

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