Entonces el rey le dijo: ¿Qué quieres, reina Ester? ¿Y cuál es tu petición? te será dado hasta la mitad del reino.

Te será dado hasta la mitad del reino. Este modo de hablar se originó en la costumbre persa de apropiarse para el mantenimiento de grandes hombres, o favoritos reales, una ciudad para su pan, otra para su vino, una tercera para su ropa, etc., de modo que la frase denotaba gran liberalidad.

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