Éxodo 24:5

Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos, y sacrificaron bueyes de paz a Jehová.

Y envió jóvenes. Si estos jóvenes eran los hijos mayores de determinadas familias, a los que pertenecía, entre otros privilegios de la primogenitura en los tiempos patriarcales, el oficio hereditario de sacerdote, que eran apartados para el Señor ( Éxodo 13:2 ), y estos jóvenes eran las partes a las que se alude ( Éxodo 19:22 ), es imposible decirlo, ni tiene mucha importancia determinarlo; porque el servicio que Moisés les ordenó realizar en esta ocasión no estaba entre las funciones especiales del sacerdocio, a saber, la de rociar la sangre sobre el altar. Su ayuda se prestaba sólo en el trabajo preparatorio de tocar y colocar las víctimas en el altar; y en este trabajo representaban al pueblo por el que se ofrecía el sacrificio, y cuya actitud como nación se asemejaba a la de un joven que acaba de empezar su curso" (Kurtz, 3:, p. 143).

[Las oblaciones eran de dos tipos:`olaah ( H5930 ) (de `aalaah ( H5927 ), ascender, lo que significa que se las lleva y las deposita sobre el altar); Septuaginta, holokautoomata, holocaustos, sacrificios totalmente consumidos, de importancia propiciatoria; y shªlaamiym ( H8002 ) zªbaachiym ( H2077), ofrendas de paz, que eran federales en su carácter (ver la nota en Éxodo 20:24 : cf. Éxodo 32:6 ).]

Las víctimas ofrecidas se llaman х paariym ( H6499 )] toros jóvenes, y solo se mencionan los animales principales; porque parece ( Hebreos 9:18 ) que también en esta ocasión se presentaban machos cabríos, de los cuales, así como de ovejas y corderos, como después lo dispusiera la ley, podían consistir holocaustos ( Levítico 1:10 ; Números 7:28 ). 

 La ocasión, al ser la solemne ratificación del pacto nacional entre el Señor y el pueblo de Israel, se señalaba no sólo con el ofrecimiento de sacrificios, que eran esenciales para todo acto de culto religioso (pues el pecado del pueblo debía ser expiado antes de que pudiera ser admitido en la comunión con el Señor), sino con la práctica de una ceremonia especial, mediante la cual ambas partes interesadas en el pacto quedaban sometidas a las más sagradas obligaciones de adherirse fielmente a sus condiciones.