Había también otra gran águila con grandes alas y muchas plumas: y he aquí, esta vid dobló sus raíces hacia él, y echó hacia él sus sarmientos, para que él pudiera regarla junto a los surcos de su plantación.

También había otra gran águila: el rey de Egipto. El "alas largas" se omite, ya que Egipto no tenía un imperio tan amplio y grandes ejércitos como Babilonia.

Esta vid dobló sus raíces hacia él, literalmente, 'tuvo sed de él con sus raíces', expresando felizmente los anhelos por Egipto en el corazón judío. Sedequías buscó la alianza de Egipto, como si con ella pudiera deshacerse de su dependencia de Babilonia ( durante un tiempo, Egipto hizo que Nabucodonosor se retirara del sitio de Jerusalén, pero Dios advirtió a los judíos: "El ejército de Faraón, que ha salido para socorreros, volverá a Egipto, a su propia tierra").

Para regarla junto a los surcos de su plantación, es decir, en los huertos (Judea) donde estaba plantada (la vid). Más bien, 'por' o 'fuera de los surcos', etc. Se refiere a las aguas de Egipto, el Nilo se hacía regar los campos por medio de pequeños canales o "surcos"; estas aguas son la figura de las fuerzas auxiliares con las que Egipto trataba de ayudar a Judá. Véase la misma figura. Pero véase la nota, "en los surcos donde crecía".

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