También heriré mis manos, y haré descansar mi furor: Yo Jehová lo he dicho.

También golpearé mis manos juntas, y haré que mi furia repose. Yo, el SEÑOR, lo he dicho. Yahweh mismo golpea sus manos juntas, haciendo lo que había mandado a Ezequiel que hiciera (nota, Ezequiel 21:14), en señal de su golpe a Jerusalén; compara con la acción simbólica similar de Joás, por dirección de Eliseo (2 Reyes 13:18-19).

Haré que mi furia repose, dándole rienda suelta y así satisfacerla (Jeremías 4:8).

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