Entonces di tú: Así ha dicho el Señor DIOS: La ciudad derrama sangre en medio de ella, para que llegue su hora, y se hace ídolos contra sí misma para contaminarse.

La ciudad derrama sangre... para que llegue su hora. En lugar de sacar ventaja de sus sangrientos sacrificios a los ídolos, ella solo trajo sobre sí misma "el tiempo" de su castigo.

Hace ídolos contra sí misma.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad