Además me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que te hablaré, y oye con tus oídos.

Todas mis palabras... recíbelas en tu corazón, y escúchalas con tus oídos. Está diseñada la transposición del orden natural, es decir, recibir primero con los oídos y luego con el corazón. La preparación del corazón al mensaje de Dios debe preceder a su recepción con los oídos.

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