Es para el príncipe; el príncipe, se sentará en ella para comer pan delante de Jehová; entrará por el camino del pórtico de esa puerta, y saldrá por el camino de la misma.

El príncipe, no el Rey Mesías, ya que no sería probable que ofreciera un holocausto, como debe hacer el príncipe. El príncipe debe significar el gobernante civil bajo el MESÍAS. Su conexión con la puerta del este (por la cual el Señor había regresado a Su templo) implica que, como gobernante bajo Dios, debe estar en un lugar de especial cercanía a Dios.

Él representa al Mesías, que entró en el cielo, el verdadero santuario, por un camino que ningún otro pudo, a saber, por Su propia santidad; todos los demás deben entrar como pecadores, por la fe en Su sangre, a través de la gracia.

Se sentará en él para comer pan delante del Señor, una costumbre relacionada con los sacrificios.

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