Y los hombres tenían miedo, porque habían sido llevados a la casa de José; y dijeron: Por el dinero que se devolvió en nuestros costales la primera vez hemos sido traídos; para buscar ocasión contra nosotros, y caer sobre nosotros, y tomarnos por siervos y nuestros asnos.

Los hombres tenían miedo. Sus sentimientos de temor al entrar en la majestuosa mansión, desacostumbrados como estaban a las casas, su ansiedad por las razones por las que habían sido llevados allí, su preocupación por el dinero devuelto, su honesta sencillez al comunicar su angustia al mayordomo, y su seguridad de haber recibido su dinero "en su totalidad", la ofrenda de su regalo de fruta, que, como de costumbre, se haría con algún desfile, y los saludos orientales que se produjeron entre su anfitrión y ellos, todo ello se describe de una manera gráfica y animada.

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