Mas la ciudad fortificada será asolada, y la morada abandonada, y dejada como un desierto: allí apacentará el becerro, y allí se echará, y consumirá sus ramas.

La ciudad defendida (será) desolada, Jerusalén; el batir en pedazos de cuyos altares e imágenes se menciona en.

Allí se alimentará el ternero. Será un vasto pasto salvaje.

Y consume las ramas, retomando la imagen de la vid.

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