Será como el que tiene hambre y sueña, y he aquí come; pero despierta, y su alma está vacía; o como el que tiene sed y sueña, y he aquí que bebe; mas despertó, y he aquí que está fatigado, y su alma tiene apetito: así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sión.

Como cuando un hombre hambriento sueña... su desilusión en la altura misma de su esperanza confiada de tomar Jerusalén será tan grande como la del hombre hambriento que en un sueño imagina que come, pero se despierta con hambre todavía; su sueño se disipará en la mañana fatal.

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