Y envíalos al rey de Edom, al rey de Moab, al rey de los amonitas, al rey de Tiro y al rey de Sidón, por mano de los mensajeros que vienen a Jerusalén a Sedequías rey de Judá;

Envíalos al rey de Edom... por mano de los mensajeros que vienen... a Sedequías - símbolo apropiado, ya que estos embajadores habían venido a Jerusalén para consultar sobre sacudirse el yugo de Nabucodonosor. Según Pherecydes en Clemens Alexandrinus 'Stromata', 567, Idanthura, rey de los escitas, insinuó a Darius, que había cruzado el Danubio, que lideraría un ejército contra él, enviándole, en lugar de una carta, un ratón, una rana, un pájaro, una flecha y un arado. La tarea encomendada a Jeremías requería una gran fe, ya que seguramente provocaría por igual a sus propios compatriotas y a los embajadores extranjeros y a sus reyes, por un aparente insulto, en el mismo momento en que todos estaban llenos de confiadas esperanzas fundadas en la confederación.

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