Porque así ha dicho Jehová: Incurable es tu llaga, y grave tu herida. Tu llaga es incurable. Las circunstancias desesperadas de los judíos se representan aquí como una herida incurable. Su pecado es tan grave que su esperanza de que el castigo (su exilio) llegue pronto a su fin es vana.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad