Maldito el que haga la obra de Yahveh con engaño, y maldito el que aparte su espada de la sangre.

Maldito sea el que haga la obra de Jehová - la devastación total de Moab.

Negligentemente. Para representar cuán enteramente es ésta la voluntad de Dios, se pronuncia una maldición sobre los caldeos, el instrumento, si lo hacen negligentemente (margen), o a medias: el pecado de Saúl en cuanto a Amalec, y el de Acab en cuanto a Siria.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad