Mis días han pasado, mis propósitos se han roto, aun los pensamientos de mi corazón.

Sólo que no habléis en vano de la restauración de la salud para mí; porque "mis días han pasado".

Roto, como los hilos de la red cortados del telar ( Isaías 38:12 ).

Pensamientos, literalmente, posesiones, es decir, todos los sentimientos y esperanzas justas que mi corazón alguna vez acarició. Estos pertenecen al corazón, como "destinados" al entendimiento: los dos juntos describen aquí todo el hombre interior.

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