Y los hombres le respondieron: Nuestra vida por la tuya, si no denuncias este nuestro negocio. Y sucederá que cuando el SEÑOR nos haya dado la tierra, te trataremos con misericordia y verdad.

Los hombres le respondieron: Nuestra vida por la tuya. Esta fue una promesa solemne, un juramento virtual, aunque no se menciona el nombre de Dios; y se añadieron las palabras "si no manifestáis este negocio nuestro", no como condición de su fidelidad, sino como necesarias para su seguridad, que podría ponerse en peligro si se divulgara el acuerdo privado.

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