Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés,

Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés. Terminada la guerra general de invasión, y estando el enemigo en una condición tan desanimada y aislada que cada tribu, por sus propios recursos, o con la ayuda de su tribu vecina, pudo reprimir cualquier reanudación de las hostilidades, los israelitas auxiliares del lado este del Jordán fueron dados de baja ahora del servicio.

Josué los despidió con grandes elogios a su fidelidad y con serias advertencias para que cultivaran una piedad perpetua en la vida. La redundancia del lenguaje es notable, y muestra cuán importante era, a juicio del venerable líder, la firme obediencia de la ley divina para la felicidad personal así como para la prosperidad nacional.

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