Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. He aquí un cuadro de la presente locura y de su terrible resultado. Tal es el hombre "que no es rico para con Dios": vive para amasar y disfrutar tales riquezas sólo para terminar en sí mismo y terminar con el tiempo; pero en cuanto al favor de Dios que es vida, y preciosa fe, y riquezas en buenas obras, y la sabiduría que es mejor que los rubíes, y en una palabra, todo lo que el Señor estima verdaderas riquezas, ¡vive y muere mendigo!

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