Pero ni aun así concordaban en el testimonio.

Pero ni aun así concordaban en el testimonio; es decir, ni siquiera en un discurso tan breve, que constaba de unas pocas palabras, hubo tanta concurrencia en su modo de informar como para hacer un caso decente. En tal acusación todo dependía de los mismos términos que supuestamente se habían utilizado. Porque todo el mundo debe ver que un giro muy ligero, en cualquier sentido, dado a tales palabras, las convertiría en algo así como materia procesable, o bien en un motivo ridículo para un cargo criminal, les daría un pretexto plausible para la acusación de impiedad que estaban empeñados en fingir, o en hacer que todo el dicho pareciera, en el peor punto de vista que pudiera tomarse, como meramente un alarde místico o vacío.

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