¿No debiste tú también tener compasión de tu consiervo, como yo tuve compasión de ti?

¿No debiste tú también tener compasión de tu consiervo, como yo tuve compasión de ti? Antes de descargar su venganza sobre él, le señala con calma cuán vergonzosamente irrazonable y despiadada fue su conducta; lo que daría al castigo infligido a él un doble aguijón.

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