Porque el rey había mandado acerca de ellos, que una cierta porción debería ser para los cantores, debida para cada día.

Era el mandamiento del rey. Fue la voluntad del monarca persa al emitir su edicto, que el servicio del templo debería revivir en toda su plenitud y solemnidad religiosa; y como se dice que esta provisión especial para los cantores fue por mandato del rey, la orden probablemente se dio a pedido o sensación de Esdras o Nehemías.

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