He aquí, somos siervos hoy, y por la tierra que diste a nuestros padres para que comiesen de su fruto y de sus bienes, he aquí, somos siervos en ella;

He aquí, somos siervos hoy. A pesar de su feliz restauración a su tierra natal, todavía eran tributarios de un príncipe extranjero, cuyos oficiales los gobernaban, y no eran como sus padres, arrendatarios libres de la tierra que Dios les dio.

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