Y por todo esto hacemos un pacto firme, y lo escribimos; y nuestros príncipes, levitas y sacerdotes, selladlo.

Hacemos un pacto seguro y escribimos, es decir, lo suscribimos o lo firmamos. Este documento escrito ejercería una sana influencia para refrenar sus rebeliones o para animarlos al deber, siendo un testigo contra ellos si en el futuro fueran infieles a sus compromisos. Cada acto en Israel fue arreglado para que fuera voluntario, y también lo fue su entrada en un pacto nacional, por el cual se comprometían a ser fieles al servicio de Yahvé.

El pueblo lo hizo por medio de sus representantes (cf. Éxodo 24:3 ; Deuteronomio 27:17 ; Josué 24:1 ; cf. Josué 8:30 ), como en esta ocasión bajo Nehemías.

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