Y cuando la nube se detenía muchos días sobre el tabernáculo, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza del SEÑOR, y no partían.

Israel guardó el mandato del Señor. La vida en el desierto tiene sus atractivos, y los movimientos constantes crean un amor apasionado por el cambio. Muchos incidentes demuestran que los israelitas se impregnaron fuertemente de este hábito nómada, y estaban deseosos de apresurarse hacia Canaán. Pero aun así, las fases de la nube indicaban una orden de Dios; y cualquiera que fuera el fastidio que hubieran sentido al permanecer mucho tiempo inmóviles en el campamento, "cuando la nube permanecía sobre el tabernáculo muchos días, ellos guardaban la orden de Jehová, y no viajaban". ¡Dichosos ellos si siempre hubieran exhibido este espíritu de obediencia! Y feliz para todos si, a través del desierto de este mundo, seguimos implícitamente las indicaciones de la providencia de Dios y las direcciones de la Palabra de Dios.

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