Atada está la iniquidad de Efraín; su pecado está escondido.

Atada está la iniquidad de Efraín; su pecado está escondido, los tesoros, destinados a ser guardados, están atados y escondidos; es decir, no os engañéis, por la tardanza, de que me he olvidado de vuestro pecado. No, la iniquidad de Efraín se mantiene como sellada con seguridad, hasta que llegue el debido tiempo para sacarla para el castigo ( "Dios guarda su iniquidad por sus hijos; él le paga, y él lo sabrá"; cf.). Opuesto a "borrar la escritura contra" el pecador.

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