Porque aborrecieron el conocimiento, y no escogieron el temor de Jehová:

Porque aborrecieron el conocimiento, y no escogieron el temor del Señor. Los que no eligen el temor del Señor son condenados no menos que los que lo odian. No elegir es virtualmente desagradar y termina en odio positivo. Los hombres son libres de elegir la destrucción, de modo que la culpa recaiga enteramente sobre ellos mismos ( "Vosotros mismos os juzgáis indignos de la vida eterna").

Es el Espíritu quien mueve a cualquiera a "elegir la parte buena". Muchos, cuando se les presenta "el temor del Señor", aplican la advertencia del predicador a otros, no a sí mismos.

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