Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre; mas el hijo necio es tristeza de su madre.

Aquí comienza la segunda parte de todo el libro y se extiende hasta el final de ( Proverbios 24:1 ) . Difiere de la primera parte, que forma un maashaal conectado ( H4912 ) o elogio parabólico de sabiduría, en que es una serie de máximas vagamente conectadas, excepto que desde ( Proverbios 22:17 ) hasta el final de ( Proverbios 24:1 ) hay una más Mashal continuo y conectado encerrado entre una recomendación introductoria de sabiduría ( Proverbios 22:17 ), y una breve colección de máximas de cierre ( Proverbios 24:23-20 ).

La primera parte es el pórtico que conduce al interior del libro, los Proverbios propiamente dichos. Así como la primera parte estaba dirigida a los jóvenes y, por lo tanto, tenía un estilo más ornamental y fluido, esta segunda parte está dirigida a los hombres y, por lo tanto, tiene un estilo breve y comercial, comprimiendo mucho en un breve espacio. , para la recta conducta de vida. ( Proverbios 10:1 ), oraciones de peso, generalmente dísticos, es decir, dos oraciones en un versículo, que se ilustran mutuamente. El alcance general es la bienaventuranza aquí y en el más allá de los caminos del bien, la miseria de los caminos del mal.

Los Proverbios de Salomón. El mismo prefacio que en ( Proverbios 1:1 ) ; así aquí marca la división.

El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio (es) la tristeza de su madre. 'Y una madre feliz' se debe proporcionar en la primera cláusula; 'y de su padre' debe ser suministrado en la segunda cláusula. Sin embargo, se dice especialmente que el padre se alegra con "un hijo sabio", ya que es de una naturaleza más severa y no es tan probable que forme una estimación parcial, y por lo tanto no se alegra tan fácilmente como la madre; de modo que es el elogio más fuerte del hijo sabio decir que no sólo la madre, sino también el padre, se alegran por él.

Por otro lado, la madre tiende, por cariño, a ignorar los errores de su hijo, e incluso a alentarlos con una connivencia indulgente. El hombre sabio le advierte que está acumulando "pesadez" para sí misma. Este versículo es una advertencia tanto para los padres como para los hijos.

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