El corazón alegre alegra el semblante; mas por la tristeza del corazón se quebranta el espíritu.

Un corazón alegre hace un semblante alegre. Hay una simpatía entre el cuerpo y la mente, de modo que una mente feliz se refleja en la expresión feliz del semblante.

Pero por el dolor del corazón el espíritu se quebranta, y por lo tanto el semblante (provisto de la cláusula paralela) también lleva una expresión afligida.

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