La lengua de los sabios usa bien el conocimiento, pero la boca de los necios derrama necedad.

La lengua de los sabios usa correctamente el conocimiento, en el tiempo oportuno, en el lugar apropiado, y con la debida consideración al carácter de los oyentes; todo ajustándose al equilibrio del santuario.

Pero la boca de los necios derrama [ yabiya` ( H5042 )] tonterías: las balbucea al azar, sin elección ni orden digerido, confusa, copiosa, rápida y continuamente, como una fuente burbujeante.

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