Abominación es a Jehová el camino del impío; mas él ama al que sigue la justicia.

El camino del impío es una abominación para el Señor, no sólo su "sacrificio" o adoración hacia Dios, es una abominación al Señor, pero su "camino", o conducta en relación con su prójimo. Los mundanos están tan lejos de tener mérito ante Dios, debido a su supuesta obediencia a la segunda tabla de la ley (como es la noción común), que incluso su manera de vivir en el mundo es abominación para Él. El árbol primero debe ser bueno, es decir, el corazón purificado por la fe, antes de que el fruto pueda ser bueno.

Pero ama al que sigue la justicia, no superficialmente ni ocasionalmente, sino esforzándose al máximo en pos de la justicia como el gran objeto de la búsqueda.

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