El que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor; y el que se alegra de la calamidad, no quedará sin castigo.

El que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor; y el que se alegra de las calamidades no quedará sin castigo. Entonces Tiro es amenazado, porque se alegró de las calamidades de Jerusalén, diciendo: "Seré reabastecido, ahora está devastada".

Y Edom de manera similar. El que se "burla" de una obra, se burla del obrero. Dios advierte especialmente contra el insulto sobre los pobres, porque es inhumano y revela un orgullo que olvida la propia fragilidad y la propensión a la calamidad, para pisotear a los que están postrados por la mano afligida de Dios.

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