Más vale el buen nombre que las grandes riquezas, y el favor amoroso que la plata y el oro.

Un (buen) nombre (cf. ) es más bien ser elegido... (y) favor amoroso más bien la plata. Dado que "favor" por sí mismo expresa suficientemente el sentimiento bondadoso o la estima de los demás hacia uno, es mejor traducirlo como margen, 'El favor es mejor que la plata'. Así el caldeo y el siríaco; pero la Vulgata, la Septuaginta y el árabe apoyan la versión en inglés.

El carácter es mejor que las riquezas, porque su fundamento es mejor, a saber, la virtud; su adquisición más difícil, su brújula más amplia, su utilidad mayor, su duración más larga, su pérdida más fatal. Compara a José, Ester.

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