Sí, mis riñones se regocijarán, cuando tus labios hablen cosas rectas.

Sí, mis riñones (el asiento de los afectos) se regocijarán cuando tus labios hablen cosas correctas. La verdadera sabiduría comienza en el corazón; su coronación es la profesión y confesión de los labios, para gloria de Dios y bien de los hombres.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad